¿Cómo mejorar la circulación de las piernas?

Consejos para mejorar la circulación de las piernas 
1. Intenta no permanecer de pie, quieto o sentado demasiado tiempo.
Si debe
s hacerlo por trabajo o viajes largos, trata de mover con frecuencia los pies y las piernas, realizando giros con los tobillos. También conviene, si es posible, levantarse del asiento frecuentemente y andar unos cuantos pasos.
2. Mantén las piernas en alto todo lo que te sea posible:
Si trabajas sentado con el ordenador, es conveniente utilizar un reposapiés. En los días de calor, también es aconsejable elevar las piernas al mediodía y al llegar a casa por la noche. Dormir con las extremidades inferiores elevadas unos quince centímetros resulta muy recomendable.
3. Unos sencillos ejercicios todos los días (los de la foto)
La práctica de ejercicios diarios ha demostrado ser eficaz para la mejora de la circulación venosa.

3. Aplica ligeros masajes en piernas y tobillos con crema hidratante.
Mientras permanecemos tumbados, podemos realizar un masaje ascendente, desde los pies hacia la rodilla, con un
a crema hidratante o gel frío. El exceso de sangre retenida hace que aumente la temperatura y la piel se deshidrate y se seque. La piel seca, pica; por eso es tan importante hacer un masaje ascendente con cremas hidratantes para disminuir la cantidad de sangre retenida.
4. Ducha, no demasiado caliente, mejor que baño.
Para activar la circulación alternar duchas (38º como máximo) con chorros fríos en las piernas. Al finalizar, aplica agua fría a las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la sensación de pesadez.
6. Evita la ropa ceñida y los ambientes demasiado calurosos.
Las prendas de ropa muy ajustadas son desaconsejables porque pueden dificultar el retorno venoso desde las piernas al corazón. Además,
no viene nada de bien las fuente de calor (saunas, depilación mediante cera caliente, tomar el sol en las piernas...), ya que estimulan la dilatación de las venas y la aparición de varices.
7. Seguir una dieta equilibrada y rica en fibra.
Tanto el sobrepeso como el estreñimiento pueden afectar a la circulación. Para prevenirlos, es clave una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales; reducir al mínimo el consumo de sal para retener menos líquidos; beber más agua y evitar el tabaco y el alcohol.
8. Realiza frecuentemente ejercicio físico moderado.
Las actividades que más benefician a la circulación de las piernas son la natación o el caminar. El baile, la gimnasia y la bici también pueden ser buenas alternativas.
9. Consulta con nosotros sobre el uso de medias de compresión junto con fitoterapia oral y/o tópica con efecto drenante.
Utilizar medias de compresión, especialmente en las horas de actividad laboral o doméstica, contribuye a aproximar las paredes de las venas, lo que favorece que la sangre ascienda correctamente. En caso de retención de líquidos, un drenante ayudará a eliminarlos y, en consecuencia, a reducir la hinchazón en las piernas.